Muy buenos días a todos.
Honorables miembros del presidium, honorables líderes de grupos religiosos, autoridades que nos acompañan del Congreso de la Unión, Senadores, Representantes del Poder Judicial, Autoridades de otros países; bienvenidos todos, también investigadores, académicos y amigos.
Agradezco la invitación que me extendió Conciencia Nacional por la Libertad Religiosa para participar en el Foro Interamericano de Colaboración y Diálogo Interreligioso sobre Libertad Religiosa que se organiza en nuestro país en la sede del Senado de la República.
Parte de las tareas que me ha encomendado el Presidente de la República, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, en mi carácter de titular de lo que será la nueva Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernaciones la conducción de las relaciones entre el Poder Ejecutivo las asociaciones, iglesias, agrupaciones y demás instituciones y organizaciones religiosas. Esta relación debe estar enmarcada en la promoción y defensa de los Derechos Humanos, la Libertad Religiosa, la igualdad, la inclusión social y la democracia participativa; considerados elementos fundamentales para edificar una convivencia sana y segura dentro de la cultura de paz y legalidad.
En este gobierno buscamos un nuevo enfoque, un replanteamiento de las relaciones con las iglesias, asociaciones y agrupaciones religiosas, ya que nuestra labor no se limitará únicamente a resolver solicitudes de registro constitutivo de las iglesias y agrupaciones religiosas o sustanciar procedimientos de conciliación o arbitraje en la solución de conflictos entre estas, por el contrario, estamos convencidos de que debemos promover y coordinar estrategias colaborativas con todos estos grupos que permitan promover, facilitar y dar seguimiento a mecanismos de consenso e instrumentos, programas, estrategias, acciones y acuerdos que coadyuven a la inclusión y cohesión social, a la prevención social del delito y la reconstrucción del tejido social para una cultura de paz.
Buscaremos reforzar la inclusión y la igualdad a través de estrategias y acciones que contribuyan a prevenir y eliminar la discriminación o vulnerabilidad de grupos sociales con pleno respeto a los Derechos Humanos; con el advenimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 cambió el significado de la tolerancia, entendida antes como ausencia de coacción, ahora, un estado democrático respetuoso de los Derechos Humanos puede y debe hacer todo lo que esté a su alcance para reconocer, garantizar y promover el cumplimiento de éstos derechos.
El Derecho Humano a la Libertad Religiosa, consagrado en el artículo 24 de la Carta Magna significa la libertad de cada individuo por profesar una religión o por tener una creencia religiosa según los dictados de su propia conciencia; esta libertad está íntimamente relacionada con la identidad y sentimiento de pertenencia de cualquier ser humano.
Tolerancia es un concepto relacionado con el respeto, la aceptación y consideración a las diferencias aunque estas no se compartan. El diálogo es el punto de partida con quien cree y piensa diferente, tendiente a alcanzar acuerdos que permitan una sana convivencia. El individuo tolerante está comprometido con la defensa del otro a profesar sus creencias, lo que no implica la renuncia a las propias convicciones, por el contrario, es esfuerzo común, respeto mutuo y voluntad de diálogo.
El principio de Tolerancia Religiosa en nuestro país ha registrado una historia no agenda a la consolidación del Estado Mexicano. El primer antecedente de Tolerancia Religiosa aparece en la Ley de Cultos, el 4 de diciembre de 1860, con un mandato expreso de protección legal del ejercicio del culto católico y de los demás que se establezcan en el país. Los constituyentes de 1917 instauraron el principio de supremacía del estado sobre las iglesias al grado de no reconocerles personalidad jurídica. Esta tensión entre ambos actores cambió con las reformas constitucionales de 1992 y el surgimiento de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público con su reglamento, entre otras normativas.
En nuestro país hay una serie de derechos cuyo reconocimiento constitucional ha sido abundante, mismos que han evolucionado para extender el alcance del respeto entre todos los ciudadanos; no obstante, la Libertad Religiosa es uno de aquellos derechos que aun representa un área de oportunidad considerable y que debe ser atendida.
La Secretaría de Gobernación como responsable de conducir las relaciones entre el Estado y las Iglesias o Agrupaciones Religiosas, tiene la responsabilidad de mantener una posición de imparcialidad frente a las diferentes creencias y religiones, es decir, ninguna puede lícitamente aspirar a adquirir una posición de privilegio jurídicamente conferido y protegido en la vida cultural, moral y política de la sociedad mexicana. Esta imparcialidad no es sinónimo de neutralidad, entendida como inacción respecto a la garantía de la Libertad Religiosa o como una actitud pasiva frente a cualquier caso relacionado con creencias religiosas, sino que implica la intervención a través de los mecanismos jurídicos competentes para garantizar el derecho a decidir tener cualquier creencia religiosa o ninguna.
Nuestro ordenamiento jurídico se ha fortalecido para prevenir y combatir las conductas de intolerancia religiosa que se presentan en nuestro país, velando siempre por el orden público y los derechos de terceros.
En el México democrático y respetuoso de los Derechos Humanos Fundamentales de sus habitantes no debe haber lugar para conflictos en razón de creencias religiosas; ahí radica la importancia de mantener una cultura de diálogo, tolerancia y respeto entre credos. El encuentro con el otro implica descubrir que las diferencias no tienen que ser un punto de discusión, de separación o de conflicto; sino que se convierte en la posibilidad de cuestionar lo propio y enriquecerlo con lo que el otro aporta; el otro no es un límite sino que es siempre una posibilidad.
Desde este gobierno, los conflictos religiosos en las comunidades no se verán desde una óptica estrictamente jurídica, sino que se abordarán buscando siempre garantizar el ejercicio de la libertad de credos a través del fortalecimiento del diálogo y la colaboración en un ambiente de respeto y cordialidad, especialmente en comunidades indigenas que mantienen su propia cosmovisión, usos y costumbres. Para todo lo anterior se capacita a autoridades municipales y estatales sobre el marco legal y se brinda difusión de los preceptos constitucionales y legales en materia religiosa.
La transformación del país no es un tema que competa solamente al gobierno, somos todos los ciudadanos quienes debemos trabajar para que las relaciones se formen cordiales y respetuosas.
Me sumo al llamado que hizo el Papa Francisco, con respecto a la fraternidad entre religiones, a cuidar la familia humana y a sostener una relación interreligiosa basada en la educación y en la justicia. A condenar, sin vacilación, toda forma de violencia reiterando que ésta no puede justificarse en la religión o el individualismo. Es posible mantener la identidad propia sin abdicar para complacer al otro; que los Derechos Fundamentales sean siempre respetados y en todas partes deben asumirse como un compromiso colectivo.
La Secretaría de gobernación, a través de esta Subsecretaría, busca que la Libertad Religiosa sea un valor esencial de una sociedad plural, libre y justa en aras de una convivencia pacifica y del bien comen; es por esto que actualmente tenemos el reconocimiento de la Libertad Religiosa con el propósito de defender su ejercicio individual y colectivo; México es hoy y ha sido siempre una nación pluricultural, por lo que el propósito debe ser fomentar la tolerancia hacia la diversidad a fin de consolidarla como uno de nuestros más importantes valores en nuestro sistema democrático.
El Estado Laico no debe actuar como un ente político ajeno a las doctrinas religiosas existentes en su territorio; la Libertad Religiosa es un Derechos Humano que el Estado debe garantizar mediante medidas legislativas y políticas públicas que generen las condiciones propicias para su ejercicio.
Aprovecho este Foro para hacer un exhorto a todos para que el valor de la libertad de creencia y religiosa encuentre terreno fértil en nuestra sociedad, donde nadie pueda invocar ningún tipo de motivo para incitar al odio y la violencia por cuestiones de creencia religiosa, sino por el contrario, apostemos por puentes que promuevan la reconstrucción del tejido social y conduzcan hacia la unidad nacional.
Yo los invito a promover y ejercer la conciencia autocrítica y a cuestionarnos genuinamente nuestro nivel de tolerancia, preguntémonos si somos capaces de escuchar al otro, de respetar sus puntos de vista, sus creencias; no de suscribirlos pero sí de respetarlos sin incurrir en ningún tipo de descalificación. Preguntémonos si somos capaces de dialogar con la diferencia sin perder la lucidez de nuestra paz interna.
Hago un llamado al pleno ejercicio de la tolerancia entendida como la convivencia armónica de las diferencias, una convivencia plural donde nos nutrimos los unos a los otros con la diferencia. La fiesta de la tolerancia es la celebración de lo diverso y este Foro es una muestra de ello.
Muchas gracias por su atención.
Declaramos inaugurado este Foro Interamericano de Libertad Religiosa.
Mtra. Diana Álvarez Maury
Subsecretaria para Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación